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Arropando la historia con un buen mantón de Manila

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Arropando la historia con un buen mantón de Manila

Autor: Blogdanses

Un buen mantón de Manila es como un buen cuadro. Es la primera afirmación con la que nos recibe amabilísima Maria José Gutiérrez, una experta en este tipo de prenda que nos habla apasionada de la historia del mantón de Manila y de su uso en la actualidad.

Coincidimos con ella en el mercadillo Vintage organizado por el centro comercial Zielo Pozuelo de Madrid, donde expone sus impresionantes ejemplares de mantones antiguos traídos de todos los rincones del mundo.

Bajo la marca TRADICION, Maria José ofrece a sus clientas la satisfacción única de lucir esta prenda de origen oriental, bien sobre trajes tradicionales, o bien como distinguido complemento sobre prendas actuales.

 

El origen de los mantones de Manila: entre la leyenda y la historia

Maria José nos cuenta que a ella le gusta creer en la leyenda que asegura que fue una princesa china la primera que quebrantó la promesa de no desvelar la técnica del tejido de la seda, salvaguardada en China durante milenios. Huyendo de un casamiento indeseado, la princesa arribó a la India portando capullos de seda ocultos en su cabello, no se sabe si a modo de venganza o por un deseo de no renunciar a las prendas confeccionadas con el delicado material.

De la leyenda, la historia ratifica el origen chino del arte de la seda y de este tipo de piezas. También que el mantón era desde tiempos antiguos una pieza principal en la preparación de la dote de las mujeres casaderas.

Parece ser que su uso se empezó a generalizar en España entre las clases altas en el siglo XVIII, a partir del comercio con la antigua colonia de Filipinas, cuya capital es Manila, y con la que se estableció la que podemos definir como una auténtica ruta de la seda. Esta ruta colonial distribuyó éste y otros tipos de productos orientales por el mundo. En el caso concreto de los mantones, la admiración por la exclusividad y belleza de esta prenda hizo que ésta se extendiera por las otras colonias españolas en América.

Como en tantos otros aspectos ocurre, la tendencia del pueblo llano por imitar las modas de nobles y burgueses fue decisiva en la popularización de la prenda. Una muestra de este uso por las clases populares la tenemos en los denominados mantones de cigarrera, muy usados en Andalucía; son mantones de reducido tamaño que permiten un lucimiento de la prenda a un precio más asequible.

 

Y el mantón se hizo nuestro

Aunque pagodas, dragones y cañas de bambú adornaban los mantones originarios de China y Filipinas, pronto el gusto español los adornó con rosetones, pájaros, rosas, claveles y otras flores, cada una con su significado.

Maria José nos aporta un dato para curiosos: la considerada como principal aportación española al mantón de manila fue sin embargo la incorporación de anudados, enrejados y macramé a los flecos, haciéndolos un poco más pesados.

En cualquier caso hoy en día el mantón de Manila es una pieza fundamental en el folklore de muchos lugares de España (Andalucía, Castilla, Aragón, Valencia…) y de Sudamérica (Argentina, Chile…) y se ha incorporado en en la iconografía identitaria de esos lugares.

Ballaores en les Danses

Bailadoras valencianas con mantón de Manila en Les Danses. Fuente: Blogdanses.

 

Pasión por el mantón

Maria José responsabiliza de su pasión por esta prenda a la tradición de su propio pueblo, Bargas (Toledo), donde cada año se procesiona al Cristo de la Sala, con un gran protagonismo de los mantones de Manila en la indumentaria lucida por las mujeres del municipio.

Es la misma pasión que le ha llevado a interesarse por la joyería antigua, que también ofrece de manera separada o como complemento idóneo a los mantones que tanto le fascinan.

La recuperación de estas prendas no siempre es tarea fácil, ya que algunos propietarios, poco conscientes de su valor, no siempre lo han conservado con debida diligencia. Maria José nos relata en este sentido uno de los ejemplos extremos de mala conservación de mantones con el que se ha encontrado: su división en varias partes para extraer varios mantones de reducido tamaño…. ello provoca la pérdida irreparable del conjunto de los motivos bordados.

En cualquier caso, desde Blogdanses dejamos tranquilos a Maria José en su puesto de la feria del centro comercial Zielo Pozuelo de Madrid, confiados por comprobar que en la actualidad todavía existen princesas que portan entre sus cabellos el buen hacer que asegura la pervivencia de los mantones que un día nos vinieron desde Manila para arropar nuestra historia.

 

Notas:

Página de facebook de TRADICIÓN: https://www.facebook.com/pages/TRADICION/159152990829996

 

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